Cómo crear un fondo de emergencia en México

Fondo de emergencia familiar en México

Un fondo de emergencia no es una inversión para ganar más: es tu escudo. Cuando llega una enfermedad, se descompone el auto o baja el ingreso, evita que te endeudes con tarjeta, empeñar o vender a pérdida. En México, armarlo es totalmente posible con un plan sencillo, liquidez real y constancia. Te mostramos cómo lograrlo sin complicarte.

Meta: ¿3 o 6 meses?

La recomendación general es entre 3 y 6 meses de gastos esenciales. Si tu empleo es estable y tienes prestaciones, 3–4 meses es razonable. Si el ingreso es variable o dependes de comisiones/propinas, apunta a 6 meses. Calcula la meta solo con necesidades: vivienda, comida básica, transporte, salud, servicios y mínimos de deudas. No incluyas gustos ni metas de largo plazo.

Dónde guardarlo en México

Tu fondo debe ser líquido y seguro. Tres opciones prácticas:

Lo importante: liquidez primero, rendimiento después. Si necesitas vender algo con penalización o esperas días, no es fondo de emergencia.

Pasos en 30, 60 y 90 días

  1. Día 1: abre una cuenta separada y nómbrela “Emergencias”. Prohíbe tarjetas ligadas a ella.
  2. Día 2–7: anota tus gastos esenciales de un mes. Ese es tu objetivo mensual.
  3. Día 8: automatiza una transferencia quincenal (aunque sean $300). La constancia vence a la perfección.
  4. Día 30: vende cosas que no usas y deposita todo al fondo. Celebra el primer 10% de la meta.
  5. Día 60: redirige devoluciones de impuestos, bonos, utilidades y aguinaldo. Al menos 50% al fondo.
  6. Día 90: revisa y ajusta aportaciones. Si ya tienes 1 mes de colchón, protege ese ahorro como “intocable”.

Ingresos variables: estrategia “mes piso”

Define un “mes piso” con tu promedio de 6–12 meses menos 15%. Presupuesta con ese piso. Del ingreso adicional, envía el 50–70% directo al fondo. En meses flojos, baja temporalmente aportes pero no los detengas. Lo que mata el progreso es el “ya luego le meto”. Mejor poco y constante.

¿Cuándo usar el fondo (y cuándo no)?

Úsalo para: pérdida de empleo, urgencias de salud, reparación indispensable del hogar/auto que te afecta para trabajar, apoyo temporal si un ingreso de la familia cae. No lo uses para: vacaciones, gadgets, regalos, deudas de gustos (mejor renegocia y haz un plan aparte). Si dudas, espera 24 horas y consúltalo en familia.

Reponerlo después de usarlo

Gasta solo lo necesario de la emergencia. En cuanto pase, reactiva aportes y redirige parte de los gustos por 1–2 meses para recuperarlo. Si usaste mucho, pon un reto de 90 días con pequeños ingresos extra: ventas, horas extra o proyectos, y asigna todo directo al fondo.

Pequeños hábitos que suman en México

Preguntas frecuentes

¿Y si tengo deudas? Haz el mínimo a tus deudas en “necesidades” y destina una parte del 20% de metas a emergencia y otra a prepagos de la deuda más cara. Un esquema 60/40 funciona: 60% a emergencia hasta 1 mes; luego 60% a deuda hasta bajarla; alterna.

¿Cuánto tarda? 3–12 meses, según ingresos. No te compares: compárate contigo. Cada $100 cuenta.

¿Es mejor en otra moneda? Para emergencias locales, ahorra en pesos. Si tus gastos son en pesos, tu fondo también.

Checklist para cerrar hoy

Tu fondo de emergencia es el cimiento de todas las demás metas. Cuando existe, el resto fluye: presupuesto sin angustia, decisiones más libres y familia más tranquila. ¿Listo para empezar con un plan ajustado a tu realidad? Escríbenos y lo armamos contigo.